martes, 30 de enero de 2007

El Borreguito

Es increíble lo que consigue la publicidad. Ayer, una gran cadena de electrodomésticos sacaba a la venta todos sus productos con un descuento equivalente al IVA. La respuesta no se hizo esperar: yo mismo fui a dos de sus tiendas con objeto de mirar un televisor (que realmente no necesito, porque el que tengo se ve muy bien). El detonante era que mi televisor actual (de tubo) me ocupa mucho espacio y tiene la resolución normal de 625 líneas de toda la vida. Tenía la posibilidad de dárselo a mis padres y comprarme uno nuevo, de los que ya permiten resoluciones normales como si fuesen monitores de ordenador. Precisamente lo quería porque hace poco pude cumplir el sueño de comprarme un PC para el salón, que utilizo como grabador digital de vídeo, entre otras tareas. El complemento de un televisor con mayor resolución serviría, teóricamente, para mejorar el disfrute de lo que puedo ver con ese PC.

En la hora que teníamos para comer, nos fuimos a la tienda que estaba cerca del trabajo y ya se notaba una afluencia masiva (afluencia +IVA, para compensar los precios -IVA). Los televisores se veían fatal, seguramente porque la señal que tenían enchufada era de mala calidad, pero era más que suficiente para que no me apeteciese incurrir en el gasto.

Por la noche me pasé por otra tienda cerca de mi casa y aquello ya era el CAOS TOTAL. Menos mal que tuve la idea de ir en transporte público, porque se había formado un atascazo del copón. Dentro de la tienda la situación era absurda: Las colas de gente para pagar llegaban al fondo de la tienda, que no es precisamente pequeña, sino una de las típicas naves que se utilizan en los centros comerciales. Las imágenes en los televisores se veían igual de mal, aunque ya no me habría planteado comprar nada allí, porque ni de coña me quedo esperando tres horas de cola para ahorrarme unos euros. El tiempo también vale dinero.

Una vez que conseguí salir de allí, no sin bastante esfuerzo porque era complicado pasar por cualquier sitio, decidí darme una vuelta por las tiendas cercanas para mirar otros productos.

Aunque odio el sistema consumista en el que estamos metidos, habría que aplaudir a los gestores de la idea de unas rebajas así. Seguramente todavía seguirán ganando dinero a espuertas y además se quitan de encima todos los productos antiguos. Es acojonante. Eso sí que es vender y lo demás son tonterías. Lo único que me imagino, es que los próximos días seguro que también estará petado de gente devolviendo cosas.

En otra tienda a 100 metros de allí, pusieron también el mismo tipo de rebaja (supongo que los responsables no quisieron quedarse atrás), pero la cantidad de público era la normal, así que ya sabemos todos lo que consigue una buena campaña publicitaria. Me daba un poco de pena por los vendedores, que seguro que ayer no salieron hasta medianoche. Supongo que les pagarán las horas extras, porque menudo marrón... Hay que imaginar el estrés que tiene que dar ver la campaña de publicidad agresiva de la tienda donde trabajas.

Está demostrado que la gente compra por impulso. Ayer, hubiera jurado que escuché la siguiente conversación unas cuantas veces:

Dependienta: Hola, buenas tardes
Cliente: Beeeeeeeeeee beeee
Dependienta: ¿efectivo o tarjeta?
Cliente: Beeeeeee (le da la tarjeta)
Dependienta: Muy bien, ¿me puede decir su código postal?
Cliente: Beeeebeeeee beee beeebeeeeeeee
Dependienta: Gracias, firme aquí, por favor.
(Cliente posando la pezuña en el tampón de tinta y luego en el ticket de compra).
Dependienta: Gracias, cabr... caballero. Adiós.

Aunque sea una rebaja de estas características, realmente sólo merece la pena si te llevas algo caro, pero se veía a gente con una cinta de vídeo en la mano para ahorrarse 40 míseros céntimos... Aunque hubiera decidido comprar algo, no creo que hubiese esperado una cola ni la mitad de larga, si ya hay días "normales" que dejo el producto y me piro, esperando volver en un mejor momento.

Tampoco entiendo cómo la gente se gasta un pastón en una tele que se ve fatal en la tienda. Si al menos se esmerasen un poco, enchufándola a una antena de TV decente... En fin, me imagino que se llevan las cosas y si no les funcionan, las devuelven.

Por la noche, muy contento con mi tele y mi PC y sin más gastos de momento. Cuando la alta definición ya se haya impuesto (habrá que esperar unos cuantos años, porque con toda la mierda de DRM que se nos viene encima pienso que se retrasará bastante), ya me plantearé el salto. Aunque nunca se sabe, si en algún momento veo un producto que me interesa y que se vea bien, lo mismo hago el cambio. Pero con un poco de cabeza.

miércoles, 3 de enero de 2007

Sub urbanos

¿Inseguridad?: Hoy he visto que al primer vagón del metro de línea 12 ("metrosur") le han creado un habitáculo detrás de la cabina del conductor, colocando una pared más que encierra la primera puerta y tres asientos... Me recuerda un poco al vagón de equipajes de la línea 8 (la que va al aeropuerto), pero este tiene ventanas, porque parece que es una "reforma" del vagón-locomotora normal. ¿Será por mayor seguridad del conductor? De todas formas es el único tren que he visto así, quizá lo hicieron por alguna necesidad especial.

Los trenes de esta línea y de otras líneas nuevas son "continuos" por dentro como una larga oruga, a diferencia de los trenes antiguos que iban divididos por vagones. Normalmente en los vagones del metro no hay personal de la empresa, salvo por el conductor. En alguna ocasión entra algún empleado más, en plan revisor de billetes, pero parecen momentos aleatorios o de áreas determinadas. Cuando se abrió el "metrosur" a menudo (casi diría que en todos los trenes) viajaban vigilantes de seguridad, por suerte, ya que así parece que evitaron que hubiese gente mendigando o haciendo actividades similares en esa línea. Ahora no sé si hay el mismo número de vigilantes, aunque me da la sensación de que no hay tantos.

En estos días alrededor de Navidad (final y principio de año), creo que he visto la mayor cantidad de gente rara por metro cuadrado en el metro, valga la rendundancian. Supongo que en estas fechas la gente le atiza a la botella más que de costumbre... La semana pasada vi una chica venir caminando desde la otra punta del metro hasta que llegó a llamar a la puerta de la cabina del conductor. Trataba de huir de un energúmeno borracho, y como he dicho, evidentemente el único trabajador que había en el tren era el propio conductor. Al final un chico que había en mi vagón consiguió que el tipo se apartase unos metros, pero la chica llevaba un buen susto y el otro seguía increpando, diciéndole "¿qué pasa, no te puedo mirar?" y ella contestaba "está loco, déjeme, yo no le he hecho nada".

El caso es que como les dé por tapar las cabinas de los metros de esa línea, ya no se podrá ver el avance del tren por la ventanilla (que a mí me pareció una pasada en su momento), ni comunicarse con el empleado de forma directa. Me ha impresionado ver el tren así.