jueves, 15 de noviembre de 2007

Jincho Neighbourhood

En mi vida he visto cosa de la manera.... El pasado día 31 de octubre, cuando salí del trabajo y fui a mi coche para empezar a disfrutar del primer puente de noviembre, me encontré con la desagradable sorpresa de que me habían abierto el coche para llevarse mi radio-cd. Ya me fastidiaron el puente, me dejaron con un cabreo monumental y sin poder usar el coche, por suerte sólo durante un día. Cuando iba a marcharme, debajo del coche vi una pieza que me habían arrancado de la puerta, así que me la guardé por si servía para la reparación.

Presenté la denuncia por Internet, que sé que no servirá de nada, pero espero que al menos conste el lugar donde ocurrió, porque ya hemos visto varios delitos por la zona. A ver si al haber denuncias suena la flauta y por lo menos la policía se pasea más por la zona, que ya sé que va a ser que no...

Un día había un par de coches con los cristales hechos migas bastante cerca de donde yo había aparcado. Por suerte la policía tenía esposado al tipo. Curiosamente había un coche allí al lado con otros tres tipos con pintas, que estaban como esperando a ver si le soltaban. Seguramente le pillaron porque fue muy escandaloso o estuvo mucho tiempo, o coincidió que pasaban por allí.

Al día siguiente de quedarme sin mi radio, fui en transporte público a firmar la denuncia y la agente que me atendió me dijo que sería mejor que llevase el coche para que pudiesen inspeccionarlo. Volví a casa para recogerlo, aunque sabía que no serviría de nada. Efectivamente, el "CSI" lo miró por encima y dijo "bueno, podría echar un poco de polvo por aquí, pero no va a salir ninguna huella, porque según me cuentas, han ido directamente a por el aparato y además te lo dejaría todo manchado. No merece la pena". Me despedí de él y me marché. Me fastidió sobre todo por el doble paseo que tuve que darme. Entiendo que haya asuntos mucho más importantes que atender, pero que encima no hagan nada por parecer que te ayudan, se te queda una impotencia...

Por suerte el viernes del puente llamé a un taller donde me han atendido muy bien un par de veces y estaban abiertos. Llevé el coche y gracias a que tenía la pieza que faltaba, me arreglaron el desperfecto de la puerta en un tris, así que al menos la cosa quedó solucionada.

Hoy día 15 de noviembre hemos ido a desayunar. Yo no lo sabía, pero hemos pasado al lado del coche de uno de los compañeros que íbamos al bar. A la vuelta, se paró al lado del coche, increpando: "me cago en mi vida, me han robado los tapacubos". Examinó el coche y vio que no le faltaba nada más, le habían quitado los dos tapacubos que estaban en el lado de la acera. En una calle transitada, a plena luz del día y con al menos otra compañera más que pasó por allí unos minutos más tarde y no vio nada.

Miedo me da si tengo que comprarme un coche nuevo. El mío ya tiene "agujeros" por todas partes, cosas que ya no le funcionan, pero después de lo de la radio, no lo cambio mientras me siga dando servicio. Tampoco pienso comprarme otra radio ni poner la antigua que tengo guardada. Menudo barrio de jinchos.

Despertares

Dije el otro día que iba a dejar el tema de la operación para otra entrada, así que aquí está... Aunque he suavizado bastante la redacción, esto entra en la categoría de la que he hablado alguna vez, los temas de dudosa publicación. Advertidos quedáis.

Llegué al día de la operación con bastantes molestias y además llevaba unos días que había dormido fatal, pero no por nerviosismo, así que me dije a mí mismo que al menos me vendría bien el tiempo que me tuviesen dormido. Además estaba sediento: no puedes comer ni beber desde doce horas antes de la operación. Según me han comentado, es para evitar nauseas con la anestesia.

Sentía curiosidad ya que era mi primera operación. Después de un buen rato de retraso, un enfermero vino a buscarme. Me entregó una bolsa para meter mi ropa, una bata azul de hospital, unos patucos y un gorro de plástico y me dejó solo para que me cambiase de ropa. Mi padre entró por la zona y cuando estuve listo le di la bolsa con mi ropa. El enfermero volvió y me llevó a una sala interior.

Llegó otra enfermera a ponerme una vía. Nunca me habían puesto una, la verdad es que la aguja es larga y me hizo bastante daño cuando me la insertaron en el dorso de la mano izquierda. Me enchufaron una bolsa de suero e inmediatamente nos fuimos para el quirófano, que estaba un par de salas más allá. Noté que la temperatura era bastante más baja, supongo que es mejor para ellos pero como vas en pelotillas, se nota el fresquete.

Me dijeron dónde me tenía que tumbar. La cama de operaciones es bastante estrecha (y yo bastante gordo, qué cojones). Me taparon con una sábana y me dijeron que me tenía que quitar la bata. La enfermera me ayudó para poder sacar los cables del brazo sin problemas. Me volví a tumbar y me preguntó mi altura y mi peso. Me puso unos sensores en el pecho, ajustó algo en una máquina que yo no veía y comencé a escuchar el bip-bip característico del corazón que se oye en las películas. Incluso creo que hicimos alguna broma sobre el sonido, que si se paraba y tal jiji, jaja.

Apareció la anestesista y se presentó. Me preguntó si era alérgico a algo, me dijo que lo mejor era que pensase en algo agradable, que la sensación era "como un paréntesis", que no resistiese y me dejase ir, así seguro que me despertaría bien. Me preguntó de nuevo si era alérgico a algo (supongo que lo hacen para estar seguros de no meter la pata, aunque ya cansa). Después empezó a preguntarme si me gustaba la montaña o la playa. Escogí la playa e inmediatamente sentí una primera oleada de inconsciencia. "Uau, qué rápido" dije. Entonces

creo que eran voces, pero iban muy rápido y se antojaban remotas. La sensación fue de unos segundos y

"Despierte, ¿qué tal está? Ya le han operado". Respiré una bocanada de aire fresco, abrí los ojos y lo primero que acerté a decir fue "estoy muy bien". Me encontraba increíblemente descansado, atrás había quedado la falta de sueño con la que llegué, o eso me pareció. No tenía ni idea de cuánto tiempo había pasado. Me recreé en la sensación de descanso mientras miraba lo que tenía a mi alrededor: Aunque yo no lo sabía en ese momento, era la sala de recuperación.

Había unas séis u ocho camas. En la de la derecha estaba el hombre que había entrado a quirófano antes que yo. Nos saludamos. Me habían vuelto a poner la misma bata que antes de operarme, o una igual, pero la temperatura de la habitación era muy agradable, no tenía frío. Una de las enfermeras pasaba de vez en cuando, preguntando si nos encontrábamos bien. Los teléfonos sonaban de tanto en tanto, alguna persona abandonó la habitación y a otras les comunicaron que les iban a solicitar una cama en planta para que pasasen la noche. Dentro de lo que se veía, debía ser de los mejor parados.

Tardaron un buen rato en quitarme la vía después de que el suero se hubiese terminado. El dolor al sacar la aguja fue algo menor, pero también desagradable. La médica volvió a aparecer un par de veces a preguntar por mí y me dijo que me darían cita para hacerme la primera cura en unos pocos días. Después pasó otro largo rato hasta que me dejaron levantarme de la cama y sentarme, me dieron un zumo y me hicieron mear.

Doctora: ¿Tiene ganas de hacer pis?
Redondeado: Pues no...
D: (mirándome con cara de "Dios mío, no mea, aquí hay un problema") ¿de verdad? ¿ni siquiera un poco?
R: Pues... ***mute on***¿pero qué queréis que mee, si llevo mínimo 12 horas sin beber?***mute off***Bueno, supongo que si me pongo, algo haré.
D: Tenga, pruebe a ver. (me da un frasco con boca de cuello largo, extiende un biombo para que no se me vea y se marcha).
Meto la chorra en el frasco, espero... espero... espero un poco más... sigo esperando... parece que algo viene, sí, se acerca... ¡estoy meando! Nada, una cantidad mínima, pero a ver si se contentan con eso. Pasa una enfermera por ahí y se lo doy. Mide la cantidad y parece que es normal. Menos mal, tron.

Finalmente me dejan salir, me conducen a la sala donde me quité la ropa originalmente, mi padre entra y me da mi ropa otra vez. Me visto y nos vamos. Por lo que veo, la operación debieron ser unos quince minutos (cuando salieron a avisar a mi familia de que todo había ido bien) y luego estuve unas dos o tres horas en la sala de recuperación.

El tema no está finalizado, ya que como he publicado y publicaré posteriormente, han pasado un par de meses y sigo con molestias. Quizá deje el post-operatorio para otra entrada y lo mismo así convierto el blog en el terror de los hipocondriacos.

miércoles, 14 de noviembre de 2007

Piedra, papel o tijeras. ¿Quién es el auténtico ganador?



Visto a través de digg.com, extraido y traducción libre de
http://www.foundmagazine.com/images/finds/full/papercantwin.jpg?=rss

Entiendo cómo las tijeras pueden derrotar al papel, y pillo cómo la piedra puede derrotar a las tijeras, pero ni de coña el papel puede derrotar a la piedra. ¿Se supone que el papel envuelve mágicamente la piedra y la deja inmóvil? ¿Por qué cojones no puede hacer eso el papel con las tijeras? A la mierda las tijeras, ¿por qué no puede hacer eso el papel con la gente? ¿Por qué no hay hojas de papel de cuaderno rayadas ahogando constantemente a los estudiantes mientras toman notas en clase? Te diré porqué, porque el papel no puede derrotar a nadie. Una piedra desgarraría esa mierda en 2 segundos. Cuando juego a piedra papel y tijeras, siempre escojo piedra. Entonces cuando alguien dice que me ha derrotado con su papel, puedo darle un puñetazo en la cara con mi puño ya cerrado y decir, oh mierda, lo siento, pensé que tu papel te protegería, gilipollas.

picores en el... en el...

No es que el nombre del blog surgiese a partir de esta entrada, pero me pareció que venía al pelo. A ver si explico ahora un poco lo sucedido alrededor de la última vez que publiqué por aquí...

El día 12 de septiembre me operaron. Hacía años ya empezó el mal funcionamiento. Pasaba algunos días mal y luego la cosa se solucionaba lentamente. Primero una dieta era suficiente, más tarde necesitaba aporte extra de fibra, luego empezaron a recetarme algún fármaco... Después, cada vez ocurría con mayor frecuencia. Por lo que he leído en Internet, estas cosas van a más y llega el momento en que la operación es la única forma de aliviar el problema. Llevaba meses con dolores continuos (desde abril ha sido un infierno). En mayo ya estaba desesperado, pasando el segundo episodio de dolor en un mes, algo que no había ocurrido hasta entonces. Se lo comenté a mi médico de cabecera, que me remitió al cirujano (nunca mejor dicho). Pero claro, tratándose de la Seguridad Social, no me dieron cita hasta el mes de julio.

El cirujano que me correspondía no estaba el día que fui al hospital. No sé si es que están rotando continuamente, pero de todas las veces que he ido a la consulta, sólo ha habido un par que ha coincidido el mismo. En esta ocasión me aparecía en la hoja de cita un doctor, pero cuando entré en la consulta había una doctora. Dado que todos son médicos de carrera y que ya me han reconocido unas cuantas veces de esta y otras cosas, me es igual. Tener vergüenza a veces es una estupidez y siendo adultos en muchas circunstancias, lo es aún más. Pero eso creo que me da para otro artículo.

De todas formas debo decir que, aunque estaba muy inflamado, la mujer se empeñó en que había que hacer un tacto para ver dónde se encontraba la fisura. Me hizo un montón de daño y después, pidiéndome perdón porque dijo que tenía que hacer lo que hizo, me firmó la solicitud de la operación.

Cuando fui al mostrador, me dieron cita para las pruebas previas a la operación el día 1 de agosto. Yo no sabía si aguantaría tanto tiempo. Unos días después, recibí una llamada de teléfono que supuestamente debía acortar el plazo. Me comunicaban que, debido a una ley aprobada en la Comunidad de Madrid, todas las operaciones debían realizarse en un plazo máximo de 30 días a partir de las pruebas médicas previas. Como no podían cumplir el plazo, me querían derivar a un centro médico privado y me ofrecieron un par de opciones.

En circunstancias no dolorosas, probablemente habría protestado diciendo que yo ya pago mis impuestos para que sea la Seguridad Social quien se ocupe de mi salud, y que me parece un desperdicio que se gasten dinero en pagar a una entidad privada para que lo haga por ellos. Pero estando como estaba, no protesté, me derivaron a la sanidad privada, quienes evidentemente, NO CUMPLIERON EL PLAZO DE 30 DIAS. Eso sí que es una vergüenza, que "la Espe" se haga publicidad de que han reducido las listas de espera a 30 días, queda muy bien de cara al público, pero NO SE CUMPLE. Como seguramente no protestará nadie, ahí queda ella de puta madre.

Vamos a ver, alma de cántaro: Si derivas pacientes a la sanidad privada, esta primará la atención de sus clientes y después de ellos será cuando busque un hueco para los derivados. Yo pensé que me iban a llamar justo para el día 30, pero no se cortaron un pelo, lo hicieron el día 42, aproximadamente.

Por cierto, tengo un amigo al que también llamaron para derivarle a un centro privado y que sí se negó. La respuesta de la llamante fue "entonces es usted responsable de que no le operemos en el plazo de 30 días". Manda huevos y menuda falta de educación, intentar culpar a los pacientes de sus carencias. Seguro que a esa funcionaria la untan cada vez que consigue quitar a una persona de las listas, sino no me explico esa agresividad. Señora mía: si supiésemos operarnos nosotros mismos, no íbamos a ponernos en la lista de espera. Aparte de ser pacientes por enfermedad, lo somos por nuestra paciencia para aguantar que gente como usted se encare con nosotros y no contestarle con un insulto correspondiente a su nivel educativo.

En las estadísticas del sitio de las listas de espera puede verse que todas las operaciones se realizan en un plazo de 30 días. Es de una desfachatez tan lamentable que no me extrañaría nada que esa página de estadísticas fuera un html estático. Para los que no entiendan esto, en claro: que los números que aparecen en esa página pueden ser ciertos o inventados. De hecho, aunque no he tomado nota, me da la sensación de que siempre hay los mismos números. De todas formas, entre la terminología que utilizan y las categorías que presentan, ni siquiera tienen significado útil.

Bueno, el caso es que cuando me vio el cirujano de la sanidad privada, sólo fueron preguntas y el examen físico fue superficial. Me miró por encima y dijo: "No te voy a tocar ahí porque lo tienes muy inflamado y sería muy doloroso, además no es necesario para saber que hay que operar". O sea, que la tía merluza de la SS me había hecho daño para nada. En fin, cada maestrillo tiene su librillo y este me vino mejor. Después de las semanas de espera llegó el día de la operación y parece que todo fue bien. Me fui a casa esa misma tarde. El tema de la operación y postoperatorio lo dejo para otra entrada, que esta me está quedando muy larga, como es costumbre.

Los dolores pasaron a ser molestias y las molestias evolucionan... Unos días tienden a volver a ser dolores, que más o menos voy controlando con unas pastillas. Lo curioso es que otros días tienden a ser picores, pero unos picores tremendos en... ahí. Diosssss y no te puedes rascar, te pone de una mala leche...

Actualización (30 de noviembre de 2007): Han pasado más de dos mses y medio desde la operación y más de uno desde la última revisión. Hoy he ido al médico porque creo que las molestias que tengo no son normales. Me ha mandado antibióticos para 8 días y ha dicho que si no mejoro, quizá deberían volver a verme en el hospital por si tienen que volver a curarme.