jueves, 31 de enero de 2008

Entornos Gráficos en Linux - Conceptos.

El tema de los entornos gráficos en los sistemas operativos "tipo UNIX" (como Linux) es complejo, ya que existen diversas posibilidades. No los conozco en profundidad (tampoco es necesario para utilizarlos), pero intentaré explicar un poco por encima cómo funcionan. Los diversos componentes de los entornos gráficos se suelen organizar en capas, de modo que pueden "apilarse" unas sobre otras y ofrecer servicios más complejos.

El entorno gráfico más común se llama X-Window (no confundir con el plural Hasefroch, el "sistema operativo" de Hasecorp) y está dividido en una parte de cliente (que sirve para recoger las entradas del usuario y presentarle los resultados) y otra de servidor (que es la que calcula lo que debe aparecer en pantalla). A su vez, el servidor ha evolucionado mucho con los años. El servidor que más comunmente incluyen las distribuciones Linux es el de x.org.

Hasta no hace mucho, estos entornos gráficos simulaban un escritorio en dos dimensiones. Con la popularización de las tarjetas gráficas con mayores capacidades integradas, como el proceso de gráficos en 3D, se abrieron nuevas posibilidades. XGL es un servidor X-Window que tiene soporte para OpenGL (una especificación para escribir aplicaciones de manejo de gráficos en 2D y 3D).

Encima de este servidor pueden colocarse capas de abstracción para darle más posibilidades de configuración. Una de esas capas es Compiz, que si no me equivoco, es una recopilación de efectos gráficos para Emerald, la capa que hace las funciones de decorador de ventanas.

Si no me he equivocado mucho (y si hasta ahora no os habéis perdido, cosa difícil, esto es un mar de siglas y yo me pierdo constantemente), Compiz Fusion es un conjunto de efectos para el servidor XGL. Aunque todo esto es un lío, el resumen vendría a ser que Compiz se creó para facilitar la configuración del aspecto del sistema gráfico.

miércoles, 23 de enero de 2008

FixPack v2

Llevaba tres meses de espera y los dolores nunca se habían llegado a apagar, así que confiaba en que el médico me dijese algo definitivo, ya fuera que tenía que seguir esperando porque la recuperación era así, o que me tenían que operar o poner algún tratamiento.

No ha sido una sorpresa: Como me imaginaba, me van a tener que volver a operar. El pasado miércoles me tocaba revisión médica y para allá que me fui. En ocasiones anteriores aquello fue llegar, pedir número y en media hora ya estaba atendido. Tampoco es que haya habido muchas ocasiones anteriores: sólo dos, la primera de ellas a los dos días de la operación y la segunda pasado un mes.

Pero esta vez prometía: Nada más llegar, 15 minutos antes de la hora que me habían dicho, la sala de espera estaba casi llena. Es un pequeño habitáculo con capacidad para unas 50 sillas, calculando a ojo. Está compartido para todas las consultas de la zona, pero las otras veces no llegué a verlo tan lleno.

Media hora después de lo que se suponía que empezaba la consulta que me correspondía, apareció en la pantalla el primer número. El segundo número tardó en aparecer una hora de reloj. Yo tenía el número cinco y ya eran casi las once de la mañana, así que ya estaba flipando, porque pensé que a esa hora ya estaría de camino hacia la oficina.

Me imagino que nada más empezar la consulta, el médico debió bajar a atender alguna urgencia o algo por el estilo, porque sino no me explico tanto retraso. Después, los números anteriores al mío se sucedieron cada veinte minutos aproximadamente.

Por fin me tocó entrar y cuando me preguntó qué tal estaba, le dije claramente que me seguía doliendo y que no me parecía normal. Efectivamente vio que estaba cicatrizando mal, el diagnóstico fue rápido y pronto estaba rellenando los documentos para solicitar la nueva operación.

El "sistema informático", super moderno, consisitió en imprimir una hoja con mis datos repetidos un montón de veces, como si fuesen etiquetas, pero en un folio normal. Después fue doblando el folio y cortando los trocitos con mis datos impresos con sus propias manos, así unas cuatro o cinco veces. Utilizó cada una de las "etiquetas" para adjuntarla a un documento diferente, uniéndolas con una grapa. Mira que lo de imprimir los datos en un folio me parece cutre, pero lo de no tener siquiera unas tijeras, me parece de risa.

Me dijo que fuese con los documentos "a donde había ido la otra vez" a solicitar la cita con el anestesista. Me despedí, salí al pasillo y esto es lo que vi:


Eso, eso, tú dame pacientes, que yo los atiendo y me cepillo el presupuesto de Sanidad.

Menuda vergüenza, tanto derivar pacientes a la sanidad privada, si está igual de masificada que la pública y encima no cumplen los plazos, se equivocan igual que todos y no tienen los mismos medios. Y lo mismo el plan de "la Espe" podría ser colapsar la sanidad para después privatizarla. En fin...

Una vez llegué "a donde había ido la otra vez", después de esperar mi turno me dijeron que no era allí y me indicaron cómo llegar. A poco me salgo del hospital por una puerta trasera antes de encontrar el despacho. La mujer que me atendió me dio cita para que el 6 de febrero me viese el anestesista.

Por cierto, que el jefe todavía no sabe que me van a operar, que primero se agobia él y luego me lo pasa a mí. Ahora vais y lo cascáis.

lunes, 21 de enero de 2008

Esta casa es una ruina

Es increíble cómo cambian las cosas de un momento a otro según se alinean las circunstancias. Normalmente se me da fatal planificarme las tareas pendientes de casa, pero la semana pasada por alguna razón conseguí tener tiempo para casi todo, incluyendo algunas de esas tareas que se van aplazando de forma indefinidas (los frecuentes "a ver si me pongo..."). Total, que estaba contento como unas castañuelas, pensando que con un ratito más la mañana del domingo, estaría todo terminado y podría dedicarme a disfrutar del tiempo libre.

En estas que el sábado por la tarde estuvieron unos amigos en casa y después nos fuimos a dar una vuelta por Madrid. Cuando volví por la noche, me encuentro con que el picaporte de la ventana del baño está un poco más pa'llá que pa'cá. Qué cabrones, pensé, desde luego la gente tiene muy poco cuidado con las cosas que no son suyas... Supongo que la semana que viene cuando esté seguro de quién fue el "picaporticida", como pase por su casa me tendré que contener para no vengarme :) O a lo mejor primero le aviso y luego me cargo algo de poco valor para que no haya quejas :)

El tema me fastidió porque desde que vivo aquí yo creo que nunca se me ha roto nada, soy bastante cuidadoso y además el piso es nuevo. Lo que más me molestó fue el hecho de no haberlo roto yo, sino que fuese un "forastero" quien inaugurase la lista de averías. De todas formas tampoco le di mucha importancia y me fui a dormir, pensando en arreglarlo al día siguiente.

Me levanté la mañana del domingo y de las primeras cosas que hago es subir la persiana del salón para que entre la luz. No le había dado ni media vuelta a la manivela cuando ¡ZAS!, se debió de romper la cinta que la sujeta por dentro y se bajó toda la persiana de golpe ¡RAAAACRACK!, dejándome a oscuras. Como todavía estaba con el sueño mañanero, me quedé unos segundos sujetando la manivela con cara de gilipollas. ¿Pero es que me había mirado un tuerto, o qué?

Así que finalmente me tiré casi toda la mañana del domingo para arreglar el puñetero picaporte de la ventana. Menos mal que mi padre siempre me ayuda en estas cosas, pero es un caos la primera vez que se arregla algo que nunca has visto antes por dentro. Después de montones de vueltas, la solución final era una chorrada, pero leches, localizar el puto tornillo que hay que apretar es un infierno.

La persiana la dejaré para otro día, que todavía no he podido mirarla. Era ella o salir al cine, así que no hubo mucho problema en elegir.

viernes, 18 de enero de 2008

Configuración de Ubuntu 7.10 (Gutsy Gibbon)

Estos días me puse a ver si conseguía configurar el ubuntu (Gutsy Gibbon) que tenía instalado en el portátil. Lo instalé nada más salir la versión, pero no tuve tiempo de configurarlo y básicamente tenía dos problemas: el arranque era increíblemente lento y no funcionaba la wifi. Para no explicar los rodeos que di intentando solucionar esos problemas, voy a intentar resumirlo lo maximo posible.

Diré que busqué bastante por Internet y llegué a páginas donde se explicaban las soluciones. Las dos precisaban editar manualmente ciertos ficheros del sistema, así que sigue sin parecerme que sean soluciones aptas para los que no sepan mucho de informática. De todas formas también debo decir que ese mismo grupo de gente hacen luego unas chapus en el Windows que te caes de espaldas...

En fin, en igualdad de condiciones me da la sensación de que Linux todavía requiere a veces hacer cosas que no son muy sencillas para los usuarios de a pie, aunque ha mejorado muchísimo y una distribución como Ubuntu o Mandriva (las dos que más he probado) permiten ajustar la mayoría de las opciones desde el entorno gráfico.

Voy a explicar un poco lo que hice y las cosas que todavía me quedan por arreglar... El primero de mis problemas, como he dicho, era que linux tardaba mucho en arrancar. Buscando en Internet encontré una página donde hablan del error y cómo solucionarlo. Este problema puede ocurrir por dos razones:

1.- Que no funcione usplash. Para solucionarlo hay que editar el fichero /etc/usplash.conf y poner como resolución 1024x768. Después hay que ejecutar el siguiente comando:
sudo update-initramfs -u -k `uname -r`

2.- Que fsck sea incapaz de resolver las uuid de las particiones. Esto ocurre cuando se instala Gutsy en una partición nueva, de forma que la uuid de la partición cambia. Para solucionarlo hay que editar manualmente el fichero /etc/fstab y poner las uuid correctas (que pueden averiguarse con el comando 'sudo vol_id /dev/particion'). ¿Tela, eh? Por suerte no era este el problema y no tuve que hacer el paso 2.

Una vez que el arranque me funcionaba a la velocidad normal, me animé y me propuse intentar que funcionase la wifi. Una nueva incursión por Internet me llenó la cabeza de comandos con los que no conseguía arreglar el problema. Al parecer esta versión de Ubuntu, por temas de licencias, no incluye "de serie" el firmware del chip que tiene mi portátil. Encontré una herramienta (bcm43xx-fwcutter) que servía para extraer el firmware e instalarlo en el lugar adecuado, pero no conseguí que funcionase.

Por suerte se me ocurrió enchufar el portátil por cable ethernet y enseguida vi que se conectaba automáticamente a Internet. Entonces me bajé todas las actualizaciones disponibles para ubuntu, unos 300 megas que se descargaron e instalaron en tiempo récord. Sólo tuve que reiniciar una vez, me metí en el menú de instalación de software, busqué la herramienta bcm43xx-fwcutter, ¡y allí estaba! Un par de clics después se había instalado y ejecutado tras pedirme permiso. Firmware descargado e instalado y con unos pocos comandos más (para ajustar las propiedades de la red) ya me funcionaba la wifi.

La verdad es que buscando por Internet se encuentran soluciones a muchos problemas de linux. Casi lo mejor de este sistema operativo es la comunidad de usuarios que lo respaldan y ofrecen inestimable ayuda en páginas como "Post-instalación de ubuntu", recomendable de seguir después de la instalación de Ubuntu. También hay interesantes scripts como automatix para instalar mucho software de forma automática.

jueves, 17 de enero de 2008

Change Man

Se ha procedido a instalar de forma remota en todos los ordenadores la herramienta de control de versiones: ChangeMan. El comercial que nos vendió la moto herramienta dice que no importa que ya haya desaparecido de la web del fabricante, que no pasa nada. Desde el departamento de ciclo de vida nos han proporcionado un manual y unos comandos para utilizar la herramienta.

La persona encargada de darnos soporte para la herramienta será el administrador de la misma: ChangeMan Man. Para cualquier consulta sobre el uso o la configuración, podéis dirigiros a él a través de su extensión telefónica o preferiblemente poner una incidencia en el buzón correspondiente. Total, al final las va a atender todas él, pero no es cuestión de estresarle.

ChangeMan Man revisará las incidencias por orden de llegada y llamará por teléfono a cada uno de los interesados para resolver los problemas. Cuando ChangeMan Man marca un número de extensión telefónica, se produce una paradoja espacio-temporal que devora todo el tiempo de la jornada laboral de la persona que recibe la llamada. No lo olvide: cada vez que vd. reciba una llamada de ChangeMan Man, deberá agregar un día a la planificación del proyecto que tenga en sus manos.

Para interactuar con la herramienta de control de versiones, se nos han proporcionado dos comandos:
man - proporciona ayuda acerca de un comando. Es una extensión de la ayuda de UNIX.
change - realiza un cambio en el entorno.

A continuación se explican una serie de ejemplos de uso de los comandos.

--> Para pedir ayuda general, ejecute el comando:
man

--> Para pedir ayuda sobre la ayuda, ejecute el comando:
man man
NOTA: este ciclo se puede repetir hasta el infinito.

--> Para pedir ayuda sobre el comando change, ejecute el comando:
man change

--> Para pedir un cambio en la ayuda, ejecute el comando:
change man

--> Para pedir ayuda sobre ChangeMan, ejecute el comando:
man ChangeMan

--> Para pedir ayuda al administrador de ChangeMan, ejecute el comando:
man ChangeMan Man
NOTA: No olvide agregar un día al calendario de ejecución del proyecto que tenga entre manos.
Otra forma de solicitar la misma ayuda es descolgar el teléfono, marcar la extensión de ChangeMan Man y decir lo siguiente:
ChangeMan Man, ChangeMan Man... man

--> Para pedir el cambio del cambio, ejecute el comando:
change change
NOTA: Este ciclo también se puede repetir hasta el infinito, o puede servir como inspiración para escribir canciones repetitivas.

--> Para pedir que cambien la herramienta de control de versiones, ejecute el comando:
change ChangeMan

--> Para pedir que cambien al administrador de la herramienta de control de versiones, ejecute el comando:
change ChangeMan Man

--> Para pedir que cambien la ayuda de la herramienta del control de versiones, ejecute el comando:
change ChangeMan man

P.D.: Desgraciadamente, para los que no conozcan a ChangeMan Man, el artículo pierde gran parte de su coña. En su defecto, pueden hacerse una idea de cómo perder el tiempo con el teléfono recordando a la empanadilla de Móstoles.

miércoles, 2 de enero de 2008

Propósitos Imposibles para 2008

Como suele ser tradición, la gente se hace montones de propósitos para el año nuevo, pero me da la sensación de que piensan que sólo con hacérselos se van a cumplir.

Para los despistados, recordad una frase: "Queréis la fama, pero la fama cuesta. Y aquí es donde vais a empezar a pagar, con sudor".

De todos es sabido que la mayoría de las personas abandonamos esos propósitos idealizados en cuanto se presentan las primeras dificultades para cumplirlos, así que ¿sirve de algo hacérselos? Y sin embargo a veces no te propones ciertas cosas, pero la vida da vueltas y cuando miras atrás te das cuenta de que has conseguido hacer lo que hace tiempo no pensaste posible.

Yo creo que este año lo que voy a redactar es la serie de propósitos que sería ideal alcanzar, pero desde la perspectiva de que no los voy a lograr. Así cuando no los consiga, no me sorprenderé :)

  • Perder 20 kilos. O 15. O 10. Más concretamente con bajar una talla de pantalón tendría bastante más ropa que utilizar. Cuantas más tallas bajase, más mejoraría la cosa. El problema de este propósito es que llevo toda la vida pegándome con mi peso y perdiendo todas las peleas: al final cojo más peso del que me quité y no tengo fuerza de voluntad para hacer ejercicio regularmente. Ahora mismo estoy alrededor de los 100 kilos.
  • Aprender otro idioma, por ejemplo francés. En su momento llegué a comprarme un acojo-diccionario francés / español, pero nunca me he puesto en serio a estudiar. Esto requeriría dedicarle un tiempo a diario, cosa complicada. En realidad veo difícil conseguir alguno de los propósitos que requieren cierta regularidad.
  • Aprender a aporrear un piano. Tengo un curso completo que me costó una pasta, pero nunca me he puesto. Creo que soy un poco mayor para empezar, pero realmente me contentaría con saber leer las partituras y colocar los dedos, aunque me da la sensación de que es mucho más complicado que una máquina de escribir...
  • Por cierto, que antes de ponerme con el reto del piano, primero debería pasar el curso, que está en VHS, a formato electrónico. Esto es parte de los proyectos de "digitalización" que siempre tengo en mente, pero requieren tanto tiempo que se me quitan las ganas. Este lote incluiría pasar también otros VHS a formato digital y hacer lo mismo con música y documentos que tengo desperdigados por ahí. Total: montones de horas que debería dedicar sólo para no perder los datos que están en formatos ya en desuso. Yupi.
  • Trastear con mis cacharros electrónicos y deshacerme de los que no utilizo. Con el tiempo, voy acumulando componentes antiguos que ya no uso, pero que me resisto a tirar porque aún funcionan y en su momento costaron una pasta. La verdad es que es un poco absurdo conservarlos, pero mientras estén ahí, formarán parte del lastre que se mueva en las mudanzas, en caso de haberlas. Quizá para solucionar este tema podría abrir una cuenta en ebay y vender estos cachivaches o algo así.
  • Deshacerme de los montones de carpetas con apuntes y documentos antiguos. Al igual que el apartado anterior, ahora que tengo cuarto trastero, hay unas cuantas estanterías llenas sobre todo de apuntes y documentación de la universidad. Me gustaría quitar de ahí todo ese peso, pero cada vez que abro una carpeta y leo parte del contenido, me da pena tirar toda esa información que tanto me costó reunir. De la misma forma que en otros propósitos, si tuviese alguna manera de conseguir pasar la información a formato electrónico, sería un alivio librarme del soporte físico.
  • Encontrar una motivación interesante en el trabajo. Las tareas que desempeño en la oficina me entretienen y me hacen llevar el día, pero no las disfruto ni me motivan a aprender porque me interesen. Steve Jobs dijo en uno de sus famosos discursos que no hay que acomodarse, sino buscar un trabajo que ames, porque el trabajo es una gran parte de tu vida. Ya me gustaría encontrar algo así, pero eso de acomodarse es tan... cómodo.
  • Aprender a tirar fotos. No quiero convertirme en un profesional, pero es que me salen fatal, torcidas, no tengo sentido de la composición, etc. Con aprender lo básico para que aparenten mejor, sería suficiente. Lo malo es que me da la sensación de que mucha gente procesa sus fotos después de hacerlas. Yo para el tema de los retoques soy bastante malo si es algo más de girarlas o recortarlas un poco.
  • Dejar la cafeína.
  • ... (en este último punto seguramente estarán los propósitos que será un placer cumplir sin habérmelos hecho) :)