viernes, 28 de septiembre de 2012

Arroz Con Leche Sin Arroz Y Sin Leche

Comer me gusta demasiado. No en vano hasta hace poco estaba muy gordo y si no me controlo, podría volver a las andadas, aunque no es mi intención. Casi todo tiene su momento pero a veces el placer de comer algunos dulces, por ejemplo, para mí es inigualable. Y más todavía después de haber pasado unos cuantos meses privándome de muchas cosas. Problema: los dulces normalmente tienen una gran cantidad de calorías, hidratos de carbono malos, grasas y toda serie de lindezas destinadas a descojonar nuestra dieta y nuestra salud con mayor facilidad, aparte de que debido a su composición, suelen ser adictivos. En realidad, cualquier cosa que produzca placer, también puede producir adicción.

No tengo un paladar refinado, al contrario: distinguir matices y las catas no son lo mío. Simplemente hay combinaciones de sabores que me producen un placer tremendo. Supongo que cada persona es un mundo y unas circunstancias. Lo mismo lo que voy a explicar a los demás les parece una guarrada, o me descubren que es mucho más peligroso que comer la receta original, o simplemente no les gusta, o no les recuerda para nada al sabor del arroz con leche. De hecho, yo me he dado cuenta de que me recuerda a ese sabor después de tomarlo unas cuantas veces. En fin, como diría Ernesto Sevilla, ¡a mí ME FUNCIONA!

Ingredientes:
Leche de soja
Copos de avena
Edulcorante (yo uso aspartamo)
Canela molida

Preparación:
Poner leche de soja en un vaso, taza, o recipiente a gusto. Poner edulcorante y canela. Yo lo hago en frío directamente (el aspartamo no se debe calentar). Remover con una cuchara para repartir el edulcorante. Echar los copos de avena a la mezcla y remover. Tener en cuenta que los copos se van hinchando poco a poco y ocuparán más espacio cuando estén hinchados. Y ya'htá. Se puede tomar pasados unos minutos, aunque yo suelo dejarlo en la nevera toda la noche porque removiéndolo de nuevo al tomarlo, gana en sabor y espesor.

No pongo cantidades, porque esto lo he ido viendo más o menos a ojo. Es mejor no hacer mucho de golpe hasta irle cogiendo el tranquillo, porque al hincharse los copos puede quedar una cantidad más grande que la planificada... Aunque imagino que dejándolo en la nevera no debería haber problemas en su conservación.

Pues nada, si a alguien le gusta ¡buen provecho! Y sino, ¡a tomar Fanta!

No hay comentarios: