Mostrando entradas con la etiqueta educacion. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta educacion. Mostrar todas las entradas

sábado, 31 de diciembre de 2011

Propósitos Imposibles para 2012

Bien. Llegamos a un punto interesante. Quizá por casualidad, pero aquí estamos. No sé si existe una palabra para definir una epifanía que no sea religiosa. Ya lo imaginaba, pero es mucho más fuerte sentirlo de verdad. Después de lo que me ha ocurrido hoy, sé que la vida se puede vivir mucho más intensamente de lo que normalmente solemos llamar vivir, que más bien consiste en dejarnos llevar por las circunstancias y pensar que no podemos hacer nada para cambiarlo.

En lo más álgido de la euforia, a punto de irme a la calle dar una vuelta, sentí una punzada de miedo, que me hizo quedarme en casa. También es difícil de explicar, aunque en parte ya lo dijo alguien en una película: "un gran poder conlleva una gran responsabilidad". Al ver tantas posibilidades desarrollarse ante mí, me sentí abrumado, incapaz de decidir una cosa por miedo a perderme otros millones de ellas. También agobiado como Peter Petrelli por sentir que no podría contener toda aquella energía y controlarla.

Supongo que si quisiera definir un Propósito Imposible para 2012, este sería el primero: aprender a controlar las posibilidades que ofrece la vida, y a vivirla de forma más intensa, como durante el pedo de cafeína, pero sin tener que ponerme. Llevo mucho tiempo diciendo lo de "me estoy quitando" y es una buena ocasión para hacerlo de nuevo.

Debo decir que hace tiempo, de entre los blogs que leo, sigo uno de alguien que ha sufrido una gran transformación personal: Javier Malonda. A menudo parece que sus entradas no tienen sentido (o más bien, no alcanzo a comprenderlas), pero otras, sobre todo explicando el sentido de la vida que él ha encontrado, le han dado gran significado a la mía. En la actualidad no me veo capaz de llegar a tanto como él (ya lleva mucho camino recorrido), pero allá voy, a buscar mi camino. Lo mismo me ocurre con otras cosas que leo, veo, escucho... Espero sacar de muchas fuentes los detalles que me ayuden a comprender mejor el mundo y comprenderme a mí mismo.

En resumen, no me estoy poniendo objetivos concretos, pero espero revisar todo esto el año que viene y ver lo conseguido.

domingo, 6 de noviembre de 2011

Ya Llegan las Rebajas

Al parecer, este año se han adelantado un poco:

102.30, [15% dto]

¡UALA, QUÉ PRECIOS! :D

Bueno, y para continuar con el tema, parece que el peso al que me quieren hacer llegar es unos 75 kilos, que es justo el límite superior que yo había calculado con el IMC. No sé qué ajuste habrá hecho el médico, pero en fin, me fío de él :)

Teniendo en cuenta que me había marcado como Propósito Imposible No, Lo Siguiente llegar a unos 90 kilos a finales de noviembre y todavía queda casi todo el mes... Si me hubieran dicho que tenía que bajar hasta 75 hace unos meses, seguramente me hubiese dado el bajón moral. Sin en cambio ahora, lo veo posible.

No todo está siendo perfecto: mi vida social se ve reducida, me duele la espalda un puñao (por lo que me dice el médico es que "se está recolocando" y que no me preocupe)... A ver si termina de recolocarse la HDLGP, que me tiene matao. También aumentó mi nivel de calambres, músculos que se "suben"... Para eso me mandaron potasio esta semana.

Y lo peor de todo es la ansiedad, estar comiendo y pensar lo que voy a comer después... Y pensar mucho en comer dulces. Porque me apetecería comer muchas cosas, pero el dulce es con diferencia lo que más echo de menos. Hay días que lo paso bastante mal.

En breve supongo que me añadirán algún cambio a la dieta. Bueno, ya me hicieron uno y aunque sólo es un par de veces a la semana, se agradece. A ver qué será lo próximo... La verdad es que hay cosas que no echo de menos, pero supongo que las añadirán también. El mantenimiento también va a ser difícil si no consigo superar esta ansiedad. Como ya he comentado, al final se supone que se puede comer casi de todo, aunque veremos cómo controlo los caprichos. Espero que recordando los malos tiempos que están pasando me ayude.

En resumiendo hasta ahora:
5/9/2011 - 102 Kg
21/9/2011 - 97 Kg
4/10/2011 - 94 Kg
------------------- Primer mes (septiembre) ...: 8 Kg
6/11/2011 - 87 Kg
------------------- Segundo mes (octubre) .....: 7 Kg

Suma parcial ..................................:15 Kg (15% de descuento aprox.)

Bueno, nos vemos por ahí... Si no desaparezco antes.

martes, 20 de septiembre de 2011

De Reformas

Es curioso cómo los Propósitos Imposibles a veces pueden dejar de serlo (imposibles, que no propósitos). Supongo que a partir de ahora me preguntaré muchas más cosas: ¿Es imposible de verdad o no he buscado todas las opciones para cumplirlo? ¿Cuánto me va a costar probar otro método? ¿Merecerá la pena el esfuerzo, o me quedo como estoy?

En abril de 2011 escribí un borrador que no he llegado a publicar, como tantos otros. El título era "8 meses, 8 kilos". En ese momento, mi peso solía estar alrededor de 108 kilos y había bastantes días que me sentía mal, sobre todo anímicamente, pero también físicamente; quería cambiar, pero no sabía exactamente cómo. Mi proposición entonces fue llegar a final de 2011 bajando hasta la barrera psicológica de los 100 kilos. Había tiempo: en realidad sólo era un kilo por mes, cosa que puede parecer bastante sencilla. Mis intentos se basaron en comer más ligero y tal; más o menos una dieta con las cosas que había ido leyendo a lo largo de los años, pero sin ejercicio, ya que no quería lesionarme más. Con todo esto, llegado a los 102 kilos mis avances se detuvieron para no seguir adelante durante meses.

Está claro que no estaba usando los métodos adecuados, o bien mi cuerpo se adaptó a la dieta y no había forma de proseguir. No sabía cómo seguir progresando. Lo único bueno es que más o menos me quedé estable en ese peso, entre 4 y 6 kilos por debajo de lo que había sido habitual en mí durante meses.

Hace tiempo conocí a un buen médico al que perdí la pista por irse a trabajar lejos. Pasaron los años y por casualidad hace poco volví a localizarle... Aunque seguía estando bastante lejos. Durante todo este tiempo traté con diversos médicos, unos mejores, otros peores, sobre distintos temas. Pero en cuanto al peso, no había conseguido tener éxito con ninguno. Sus métodos no se adaptaban a mi forma de perder peso. Y además me llevaba broncas por no tener éxito, lo cual me tocaba profundamente los cojones. Entonces me dije, ¿por qué no hacer un esfuerzo para volver a ver a este médico, aunque me pille un poco lejos?

Le comenté unos cuantos temas que tenía pendientes. Todo a su tiempo, debió pensar... Revisó los informes y pruebas médicas que le llevé... Y sin esperarlo (al menos de forma tan repentina), me puso a dieta. Me lo esperaba porque todos los médicos siguen recomendaciones parecidas para mejorar la salud general: perder peso, hacer ejercicio, dejar de fumar, de beber, de f... Lo que no me esperaba es que ese mismo día me fuera a dar la dieta para ir empezando. Me comentó que así cuando comenzase a hacerme análisis y tal, el peso que hubiera perdido ya ayudaría, puesto que me sobra tanto que es posible que esté interfiriendo en los resultados de algunas pruebas médicas.

No voy a decir que sea sencillo, pero al menos está funcionando. Al final voy a poner unos pequeños apuntes sobre la evolución del peso con el tiempo. Lo curioso es que el ritmo es muy cambiante y me desconcierta: al principio perdí como 6 kilos en dos semanas (supongo que mucho de líquidos) y de pronto me paré. No creo haberme salido nunca de la dieta, pero estuve más de una semana en el mismo peso (fluctuando gramos arriba y abajo) y después un día perdí más de un kilo de golpe. Después fue muy leeento durante unos días y perdí como otro kilo más. Me había dado la sensación de volverme a estancar, pero mientras funcione, voy a seguir adelante.

Mi segundo objetivo (en caso de que el intento inicial de los 100 kilos hubiera tenido éxito rotundo; recordemos que sólo me había planteado un kilo por mes) era acercarme a la barrera de los 90 a finales de noviembre. Lo verdaderamente flipante es que si esto sigue al mismo ritmo, también lo voy a conseguir. Y eso no es que entrara dentro de la catagoría de Propósito Imposible, sino en "lo siguiente", como se suele decir cuando no se puede exagerar más :)

¿Hasta dónde llegaré? Pues si no se tuerce la cosa (recaídas, alguna enfermedad que haga que tenga que parar la dieta o tomar medicamentos que la paren...), llegaré hasta donde el médico diga. La verdad es que he mirado el índice de masa corporal y en teoría mi peso está entre 55 y 74 kilos... Flipante, o sea que no me sobrarían 30 kilos como yo creía, sino 40. La verdad que me cuesta imaginarme con menos de 70 kilos, así que con 60 no digo na... No sé dónde querrá poner el límite el médico. Pero por lo que me ha dicho, hay que calcular el peso a conseguir utilizando otras fórmulas. Probablemente me haga alguna prueba para hacer el cálculo.

En cuanto a las dificultades, hay días que me cuesta bastante, sobre todo por ver lo que comen los demás, los constantes anuncios en televisión de cosas para comer, los escaparates... Y mi vida social se ve bastante reducida, porque casi todo lo que se vende está prohibido, sobre todo porque hay mucha mezcla de ingredientes, se usan muchas grasas, lacteos, harinas... Con sólo hacer un recorrido por los menús que puedes encontrar normalmente, se ve que no se promueve una alimentación sana para nada: hay que buscar y quitarse muchas cosas. Me apetecería tanto comer cosas prohibidas... Sobre todo dulces; es lo que más me ha costado dejar. Pero en general, los hidratos de carbono rápidos parece que sean adictivos por lo que se echan de menos.

Una de las ideas principales de esta dieta es aprender a comer cosas más sanas. En realidad se pueden comer cosas sanas que están ricas, aunque es difícil quitarse la apetencia por muchas cosas. Esto es una carrera de fondo, y con todo lo que me sobra va a ser largo. Pero ya he visto que funciona y que se puede conseguir. Y una vez conseguido, en teoría se puede comer casi de todo, lo que pasa es que no con la frecuencia de la costumbre que tenemos de comer mal.

Finalmente, un pequeño registro de la evolución del peso:
5/9/2011 - 102 Kg - Peso el día de iniciar la dieta.
21/9/2011 - 97 Kg - Aquí parece que se detuvo como una semana sin bajar.
4/10/2011 - 94 Kg - Da la sensación de que voy mucho más lento
------------------- Primer mes (septiembre) : 8 Kg (excelente si va a este ritmo)

Seguiremos informando :)

jueves, 11 de agosto de 2011

Demasiados Recortes En Educación

La calidad de la educación en España lleva años sufriendo serios y preocupantes recortes. Esta entrada simplemente es para difundir en lo posible un poco más la Carta de los profesores de la Escuela Pública a las familias.

miércoles, 9 de febrero de 2011

SCJP 6.0: Un Propósito Imposible Menos

En la lista de propósitos que me hice para este año había uno que no quise comentar abiertamente, porque a veces pienso que creo expectativas en los demás que luego no soy capaz de cumplir y me siento fatal... Sí, ya sé que debería pasar más del "qué dirán" y actuar a mi bola. Total, que a menudo prefiero cerrar la boca hasta que ha pasado lo que sea.

Por otra parte el tema surgió tan rápido que tampoco es que tuviese mucho tiempo para meditar. Nada más volver de vacaciones el 27 de diciembre, una compañera me comentó que nuestra empresa iba a dejar de pagar el examen "Sun Certified Java Programmer (SCJP)" que había estado ofreciendo hasta entonces a quien quisiera hacerlo. Me dijo que si no lo solicitábamos antes de fin de año, probablemente no nos devolverían el precio de la certificación. Hay que tener en cuenta que estas cosas valen una pasta: concretamente este eran 230 leuros del vellón.

Viendo que otros dos compañeros más lo iban a hacer (y que otro lo había aprobado ya), me convencí de que tenía que tirarme a la piscina. No en vano, pensé que era de lo poco que podría sacarle a una empresa en la que, por ejemplo yo, llevo tres años sin que me suban el sueldo. También estaba, por supuesto, el tema de reciclar un poco mis conocimientos, ya que salvo la "autoformación" que todos tenemos que hacer constantemente, llevaba bastante tiempo sin hacer ningún curso en serio. Los cursos de coña no cuentan.

Normalmente no reacciono a esta velocidad, aunque a veces estas cosas funcionan mejor así. Leer el libro y hacer cuestionarios ha ido por etapas: a veces desesperado porque no entendía ni la mitad y los ejercicios parecían diseñados por un torturador de mentes; otras veces más animado al comprender cosas útiles y avanzar algo. En conjunto ha sido poco más de un mes y no estudiando todos los días. La verdad es que ya llevo unos años con el dichoso lenguaje, pero muchas veces uno se ancla en hacer las cosas como ya sabe, en lugar de aprender formas nuevas y mejores. En conjunto yo creo que ha sido bastante útil.

La primera vez solicité el examen para el día 24 de enero, pero llegado el día 21 todavía me quedaba parte del libro por leer y tenía muchos conceptos cogidos con pinzas (vamos, que estaba a punto de hacerme un poco de caquita), así que cambié la fecha del examen al día 7 de febrero. Entretanto, mis otros dos compañeros hicieron su examen: un temerario sin estudiar siquiera y teniendo que ir a toda leche a la academia porque se había olvidado de su fecha de examen y le llamaron al no presentarse. Si llega a aprobar, le pongo en un pedestal. Otra compañera, aprobando aunque fue hecha un manojo de nervios.

En ese momento la presión subió un poquito. Pensé que tenía que aprobar sí o sí: Había tenido mucho más tiempo que ella para preparármelo (al menos en teoría, sin contar la cantidad de tiempo que siempre desperdicio en chorradas). Sabía que no iba a sacar una nota del copón, pero que era posible aprobar. Sólo confiaba en que no me traicionasen los nervios y que no me abandonase la concentración. Me comentaron que el examen se hacía en un cubículo individual cerrado, sin nadie que molestase, al menos en teoría.

La última semana antes de mi examen y sobre todo durante el fin de semana, fue bastante demencial. Había terminado el libro que leyeron los demás para el examen y me puse a hacer los ejercicios de otro libro, que según me comentaron, eran más parecidos a las preguntas del examen. No sé si esa decisión sirvió de algo productivo, porque no superaba el 20% de aciertos en las preguntas, cuando con el Raposa estaba sobre el 65%. El domingo por la tarde, cuando todavía me quedaban los cuestionarios de cuatro o cinco temas, decidí dejarlo porque no me parecía didáctico y me estaba poniendo bastante nervioso.

Suelo dormir bastante mal y me imaginaba que la noche anterior al examen no iba a ser precisamente una excepción. Normalmente me despierto una vez en medio de la noche, pero en una ocasión como esta, paso casi toda la noche dormitando más que durmiendo, levantándome cada hora... Menos mal que más o menos lo tengo asumido, lo que no quita para que sea un engorro y que al día siguiente esté hecho una braga por dormir tan mal.

Cuando llegué a la academia que había escogido, la encargada del curso me llevó a una habitación donde había seis u ocho ordenadores. Aquello no me moló ni un cacho. Abrió el programa del examen y me puse a hacerlo. Un par de minutos después, entró con otro chico y le sentó en otro ordenador a mi izquierda. Yo llevaba más de dos minutos intentando contestar a la primera pregunta y ella le explicaba al otro lo que tenía que hacer. Fantástico. Entré en un bucle rebobinar-leer-rebobinar-leer, hasta que decidí marcar la pregunta y pasar a la siguiente.

Por suerte me di cuenta de que las preguntas eran bastante similares a las que había visto en el Raposa y en un examen virtual que hay por ahí para practicar. Si llegan a ser como las del de Mcgraw-hill, no creo que me hubiera dado tiempo a terminar el examen. Eso me tranquilizó un poco.

En estas, que no sé qué puñetero examen estaba haciendo el tipo de al lado, pero se puso a teclear como un desesperado. Y no era lo único que se escuchaba: en la oficina había hilo musical (por suerte no muy alto, pero perfectamente audible); a veces salía gente de unas salas a otras, hablando por los pasillos; y también trajeron al menos a otro examinando, que sentaron en un ordenador a mi derecha. Y yo allí practicando técnicas de concentración, intentando no cagarme mucho en el entorno. Desde luego si tuviera que volver a hacer otro examen, escogería otra academia.

Total, que llegué al final de las preguntas, repasé las que había marcado y con un poco de miedo, pulsé el botón "Finalizar examen"... Uno de esos momentos en la vida en que no hay vuelta atrás... Llegó la encargada de la sala, cogió los resultados que salían de la impresora para graparlos (momento en el que vislumbré "aprobado"), me dio la hoja para firmarla y nos despedimos.

En realidad, esto no ha sido nada comparado con las jartás de estudiar y trabajar que se pegan en muchas profesiones, pero había perdido la costumbre de hacer algo así, un poco en serio. Lo de hacer exámenes acojona un poquito por ese momento en que te la juegas. No sé, una vez pasó el trance me sentí bastante eufórico y sobre todo aliviado. Es agradable comprobar que se pueden seguir acometiendo objetivos en la vida, aunque sean pequeñitos. Quién sabe, quizá con el tiempo... Hasta el infinito y más allá.

Lo bueno de esto es que, una vez liberado de esta obligación, siento como si estuviera un poco de vacaciones. Para hacer hueco al estudio, había dejado algunas cosas aparcadas y ahora podré retomarlas. Me di cuenta el martes, cuando por la noche no tuve que estudiar por obligación. ¡Qué gustico da! :)